9/10/09

TOMADO DEL DIARIO LA PATRIA...


Mineros ven con reserva llegada de otra compañía La compañía minera entraría al municipio caldense en los próximos días. La comunidad espera los proyectos que pueda traer la nueva empresa. Socavones.
Jhon Jairo Martínez
Redactor/LA PATRIA

Manizales
Hablar con los mineros de Marmato es recibir palabras cargadas de temor e incertidumbre. Muchos de ellos sienten que no tienen un acompañamiento de los gobiernos, mientras que otros simplemente se limitan a levantar los hombros y seguir su camino.
Walter Henao salió de un socavón ubicado en la parte alta del municipio, y mientras se quitaba el barro de la cara y se sacudía las manos para estar más presentable, dijo que era necesario esperar a que se socializara la nueva compañía.
“Se supone que esa empresa que va a entrar cogerá todo Marmato. No sabemos cómo será, pero lo que creo es que le deben dar trabajo a toda esta gente, no nos pueden dejar volando. En últimas no nos importa quién llegue, lo importante es que nos den trabajo a todos”.
Así como Walter otros mineros aseguran que la situación es incierta y es necesario socializar frente a su futuro en las minas de Marmato.
“Aquí nos interesa es el trabajo, lo único que pedimos es que no nos dejen por fuera de los proyectos que traiga esa empresa, porque si no ahí sí se nos complica la vida a todos”, dijo otro de los mineros.

9 comentarios:

OSIEL RAMOS dijo...

De la lectura de esta noticia publicada en el Diario LA PATRIA se deducen varias cosas, a saber:

El común denominador de la situación es la INCERTIDUMBRE. El gobierno en todos sus niveles no juega con reglas claras para el pueblo. Es diáfano, transparente para el gran capital extranjero. Es la clave para garantizar una “confianza inversionista”. Nadie sabe con certeza como marcha el asunto. O al menos no se informa de las diversas negociaciones y trámites que las multinacionales mineras involucradas en este negocio han estado adelantando con los altos funcionarios del Estado.

Esto no es extraño ahora, ni ántes, Siempre nos llegan con hechos cumplidos. Desde hace más de 20 años se ocultan los verdaderos propósitos. El negocio se acuerda tras bambalinas y lo que sale a la luz pública son vacías expresiones, frases de cajón que disimulan y ocultan la pretensión. Para enmarcar lo afirmado, intentaré, hacer un repaso-muy someramente- sin profundizar en datos y fechas- (mis disculpas por ello), pero es necesario para entender lo que pasa actualmente.

Cuando en 1989 empezó el sistemático proceso de privatizaciones y de entrega de recursos mineros a los grandes capitales, especialmente extranjeros, se fraguaron diversas estrategias para lograr el despeje de las zonas en las cuales tenían especial interés aquellas compañías. Desde la incursión de bandas armadas que intimidaban inicialmente a los pobladores de esas tierras y luego llegaban al asesinato y desaparecimiento de sus principales líderes o incluso de poblaciones enteras que eran masacradas sin fórmula de juicio. Eso pasó y aún sucede en sufridas zonas de esta dolida Colombia: la zona bananera del Urabá antioqueño, las ricas zonas mineras de Caucasia, las ricas tierras petroleras del Catatumbo en los Santanderes, en el Putumayo y Casanare. Ahí tenemos el caso de los indígenas U,wa y los afrodescendientes habitantes del Chocó donde se quieren afincar grandes compañías mineras y madereras y hay en ciernes proyectos de puertos multimodales. ¿O la violencia que afecta a estas zonas, será solo coincidencia? ¿Y que decir de lo que sucede en la sierra Nevada de Santa Marta y en los Montes de María? Allí nacen los ríos de agua dulce que abastecen las fértiles sabanas de Córdoba y Sucre, donde adelantan sus cultivos de palma de aceite las más ricas familias de la Costa, en asocio con inversionistas internacionales. Y aquí muy cerca de Caldas, en Cajamarca, el caso de la Mina “La Colosa”, que acabará con los más grandes yacimientos de agua de esa región del Tolima... (continúa)

OSIEL RAMOS dijo...

Otra estrategia-no tan agresiva- pero igualmente nociva, es la de “echar a rodar” un comentario. Es informar algo, es hacerlo conocer por los medios masivos de comunicación y asumirlo como dato oficial en los estudios más “serios” de las entidades oficiales. Pareciera coincidencia, pero de que “Marmato está en zona de alto riesgo geológico” se empezó a hablar simultáneamente cuando el Estado empezó a privatizar la gestión minera en Colombia. El Ministerio de Minas y Energía se zafó de la atención directa a los pequeños mineros y le entregó esa función a un ente (mezcla de privado y público) denominado ECOMINAS y de paso, se deshizo de un gran sindicato que agrupaba a cientos de trabajadores mineros, los cuales velaban por mejorar su propio nivel de vida, pero también eran garantía para impedir la entrega de nuestras riquezas mineras a los grandes consorcios.

Pero ahí no terminó el asunto. Desde los entes oficiales el rumor seguía y tomaba forma: “La zona urbana de Marmato debe ser trasladada”. “Está en grave riesgo”. Y la cosa iba en serio. Las órdenes desde lo alto eran claras: “Prohibida la inversión de dineros públicos en la construcción o remodelación de obras en esta zona”. Todo será para el denominado “Nuevo Marmato”. Sin embargo y afortunadamente aún no han concretado el propósito de acabar con la zona antigua de Marmato. Como la lentitud es la norma en la ejecución de proyectos, la cuestión ya lleva sus años. Para los gobernantes surgieron otras prioridades en el gasto y también hay que decirlo, para los que toman las decisiones, no es que les interese mucho la suerte de anónimos mineros o campesinos de alejados caseríos como Marmato.

Y mientras tanto, una vez se ha ido el Ministerio de Minas, la desidia se apodera de todos los campos de acción oficial. Ya no hay dolientes. Los controles desaparecen. “Cuando el gato no está los ratones hacen fiesta” dice el adagio popular. Y como hay bonanzas en el precio del oro, surgen “huecos de minas” acá y allá, sin cumplir con los requisitos de distancias entre ellas y sin determinar técnicamente la disposición de materiales extraídos y lo que es peor, la ubicación de los descargues de roca, las cuales empiezan a rodar por las laderas del cerro, arrasando la escasa vegetación y poniendo en peligro la vida de las personas que transitan por aquellos parajes. Las faldas del cerro “El Burro” y de “Cien Pesos” se fueron tornando en “peladeros” y la erosión se fue agigantando, provocando continuos derrumbes por todas aquellas laderas. Y todos tan tranquilos!! Para completar el cuadro, apareciéron las mallas, artilugio técnico que aumentó las posibilidades de captación de oro y desde luego, oleadas de “baharequeros” ocuparon caños y quebradas y donde no habia agua, pues a romper acueductos o mangueras que pasaran por allí. Y todos tan tranquilos. Marmato se fué revolcando en lodos y jaguas. Además, simultáneamente los pequeños montajes, con sus molinos de bolas, eran instalados aquí y allá, hasta bajo los aleros de las casas. Allí aparece otra fuente de contaminación: vertederos inmanejables de arenas y aguas residuales. La fiebre del oro invadió todo el cuerpo social de Marmato!!. (Continúa--)

OSIEL RAMOS dijo...

Pero el asunto continuaba. Unos inversionistas-al parecer japoneses- aparecieron por la llamada “zona baja”, más arriba de la finca “Moraga”, (Allí se explota una mina “matera” como la denominan los mineros. Aquella que no sigue un hilo de veta característico, sino que entrega su “mata de oro” a quien tenga el capital y la paciencia para buscarla). Por allí por esta zona y los alrededores de El Llano los japoneses empézaron a tomar muestras de mineral. Por varias partes, incluso estuvieron por Llanogrande y dicen que fueron hasta “El Pital” una zona minera cerca al rio Arquia, en la parte baja de la vereda “Guadualejo” de Marmato.

Y se fueron. Nadie supo que pasó, cuales fueron los resultados. Pero un poco después, el gobierno nacional anunció que la reserva de la zona baja, era entregada en concesión a la empresa Mineros Nacionales (capital antioqueño-japones y canadiense), quienes emplazarían un montaje para el procesamiento de minerales. (¿Sería que los resultados de las muestras obtenidas en el trabajo de campo, fueron tan ricos?). Los datos que se desconocen son mucho más que los que se saben. Lo cierto es que la compañía llegó y construyó una gran empresa y empezó la explotación a gran escala de la reserva minera dejada por el Ministerio de Minas y a la cual se impedía el acceso a los pequeños mineros, a quienes sólo se les permitía abrir minas en la zona alta.

Después apareció MINERCOL en reemplazo de Ecominas y ahí se configuró la verdadera ausencia del Estado: los molinos estatales fueron abandonados, los talleres desmantelados, los controles se relajaron. Mejor dicho: ¡sálvese quien pueda! y precisamente, quienes tenían más dinero hicieron sus montajes y comenzó una nueva forma de procesamiento particular de minerales y además, hizo su aparición una técnica avanzada para perforar los frentes mineros: emulando a la gran empresa Mineros Nacionales, los mineros más acomodados y organizados de la zona alta, incorporaron a su proceso de extracción los compresores y taladros. La fuerza neumática permitió el avance rápido en los frentes y las toneladas de mineral aumentaron. Algunos de esos empresarios tuvieron éxito: comenzaron a circular por el pueblo modernos vehículos, aumentaron las volquetas… algunos tenían buen dinero!! Y consigo aumentaron los descargues indiscriminados, montañas de arenas se despedigaban por doquier y el agua, utilizada al extremo, también comenzó a escasear. En verdad, este recurso natural está definidamente muy menguado en Marmato.

Y el traslado del pueblo continúa como “proyecto bandera”. Y en verdad, el entusiasmo cundió cuando se inició la construcción de “casas modelo” en El Llano y luego de otras más… y a los dos años siguientes se entregan a familias de “zonas de riesgo” de Echandía y de algunos sectores de la parte urbana. Muchas no tenían casa, unas si y otras conservaron ámbas.

Y más adelante, el gobierno restringe la adquisición de dinamita, elemento imprescindible para trabajar la minería de veta. La cuestión se tornó tan complicada que ni siquiera a la Cooperativa de Mineros el ejército le autorizaba el insumo!

Y mientras esto sucedía, coincidencialmente? las mayorías uribistas en el congreso, aprobaron un nuevo Codigo de Minas, cuyo eje de acción es garantizar la exploración y explotación minera a las grandes empresas y compañías, limitándo al máximo la operación de mineros individuales y o artesanales!.
-- Sígue..

OSIEL RAMOS dijo...

En este escenario, los pequeños mineros están ya endeudados, muchos han cerrado temporalmente sus minas. Han quedado muchos mineros desempleados y… providencialmente aparecen unos personajes, con el respaldo de algunos mineros locales, ofreciendo comprar esas minas. Y a muchos les ofrecieron buen billete… en medio de tanta peladez! Obviamente muchos no lo pensaron dos veces: y, como en ese momento la mayoría de esas minas tenían ya los titulos renovados. (No debe olvidarse que el Gobierno impulsó y difundió una campaña de renovación de dichos títulos, de tal manera que se facilitara la acción a quienes vendrían a negociar dichos titulos: ¿pura coincidencia, verdad?).

Bueno, este resúmen parece todo lo contrario. Lo seguiremos en otra oportunidad. Falta llegar al presente. Los resultados saltan a la vista: desempleo, atracos, delincuencia común, prostitución, no hay controles, se sigue aplaudiendo al dictador y a sus áulicos y éstos siguen respaldando a las grandes compañias extranjeras que están especulando en las bolsas de New York y Londres con los activos de Marmato, vendidos por mineros pobres o medio ricos, entusiasmados por hacer un gran negocio y mientras tanto, en la Casa de Nariño y en los Ministerios avanza el proyecto y sobre Marmato se cierne la certera amenaza de una explotación minera a “cielo abierto” que no solo hará desaparecer unas casas antiguas y edificaciones de lo que se conoce como zona urbana de Marmato, sino que abrirá un abismo de historia en una cultura que se perderá sin haberla conocido, sin haberla amado. Y el legado que dejaremos a nuestros descendientes, serán únicamente los relatos y algunas fotos de un caserio que otrora fué denominado metafóricamente como el “Pesebre de Oro de Colombia”. (Espero comentarios al respecto).

Anónimo dijo...

Osiel... Te queremos.

Marmato dijo...

OSSIEL más claro no puede ser... el registro histórico está ahí y tú lo lees con gran exactitud... Tuve la oportunidad de tener en mis manos un libro de Jorge Arango, un escritor de Chinchinà nacido en 1910 el cual se refiere a la codicia del Oro... tiene unas referencias muy interesantes de las explotación de los mineros en Marmato y el Chocó por parte de las multinacionales y me parece muy valioso... No sé si lo tienes... a mi me encantaría tenerlo... hay que buscarlo

Saludos Ricardo...

OSIEL RAMOS, dice: dijo...

Gracias MARMATO (deduzco que eres Ricardo, en calidad de Administrador del presente Blog) por el mensaje. Muy importante lo que comentas sobre el libro de Jorge Arango y sería de utilidad que me facilitaras el título, para preguntarle a conocidos en Chinchiná y/o para buscarlo en Internet y en tal virtud si lo consigo, de inmediato lo compartiremos. Saludos y adelante con este importante sitio de análisis y discusión!.

OSIEL RAMOS, dijo...

Para los interesados en leer artículos y comentarios sobre Marmato, les sugiero que-por ahora- hagan clic en estos enlaces, o los copien en la barra de direcciones de su navegador:

http://notasligeras.blogspot.com/2009/10/marmato-nuevo-dorado-tras-el-que-va-el.html

http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/M/mineros_vendio_el_945_de_una_filial/mineros_vendio_el_945_de_una_filial.asp

A medida que encuentre algo interesante, lo compartiré en este espacio.

Anónimo dijo...

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