Por qué están desplazando a Marmato (TOMADO DEL PERIÓDICO LA PATRIA EDICIÓN DEL 14 DE ENERO DEL 2008)
El “crimen” de los marmateños es que el poblado queda en las faldas de El Burro, un cerro donde la trasnacional Colombia Golfields Limited, propietaria de la Compañía Minera de Caldas, espera extraer 375 mil libras de oro a partir del 2011.
Millones de colombianos viven en condiciones de riesgo. Desde hace décadas, en cada invierno, más y más zonas habitadas se inundan y aumentan los deslizamientos de tierra que aplastan a las gentes, otras comunidades esperan la catástrofe en las laderas de volcanes activos y deben pasar del 80 por ciento del total las edificaciones construidas sin técnicas de sismorresistencia. En Armero murieron 25 mil personas en una matanza anunciada que pudo evitarse y en Manizales, por ejemplo, hay 2.700 viviendas en montañas que nunca debieron edificarse. Y no ha habido un solo responsable por unos desastres que algunos llaman “naturales” pero que son más políticos y sociales, y que se aprovechan para hacer demagogia mal atendiendo damnificados.
En contraste, en silencio avanza la erradicación del casco urbano de Marmato, Caldas, una población en la que nunca ha habido un muerto por inundación, deslizamiento o temblor. Ya hace tres décadas, Ingeominas declaró la población como “zona de riesgo”. Muy acuciosa, en 2006, la Oficina de Asuntos Ambientales y Agrarios de la Procuraduría, mediante tutela, le exigió al Tribunal Administrativo de Caldas declarar la zona como “de alto riesgo” y ordenar su evacuación y reubicación, despropósito que el Tribunal rechazó. Y son bastantes las presiones y las platas usadas por la Gobernación de Caldas para trasladar el municipio a un punto llamado El Llano, donde ya construyeron unas cuantas viviendas y pasaron la Notaría, la Registraduría y la Personería.
¿Qué empuja trasladar una población de 470 años, habitada por dos mil habitantes, incluidos afrodescendientes e indígenas, y que en 1982 fue declarada Patrimonio Histórico de la Nación? ¿Por qué destruir las edificaciones donde hay 315 residencias, 58 negocios, 18 locales y 23 instituciones (colegio, iglesias, alcaldía, etc.), así como la cultura de una comunidad sui géneris que se resiste a que destruyan el sitio donde ella y sus mayores formaron sus hogares y tradiciones? ¿Cuál es la norma que autoriza este desplazamiento forzado? ¿Por qué en este caso sí se preocupan por un riesgo que ha sido evidentemente exagerado?
El “crimen” de los marmateños es que el poblado queda en las faldas de El Burro, un cerro donde la trasnacional canadiense Colombia Golfields Limited, propietaria de la Compañía Minera de Caldas, espera extraer 375 mil libras de oro a partir del 2011, mediante una explotación a cielo abierto de descomunal impacto ambiental que seguramente exigirá erradicar también, pero más adelante, buena parte del resto de los 8.500 habitantes del municipio. El área afectada llega a 32 mil hectáreas y cubre el vecino municipio de Caramanta, Antioquia.
Para apoderarse del oro de Marmato, que se extrae desde antes de la conquista española, la Colombia Golfields ha comprado los derechos de cerca de 100 pequeños mineros y espera sacar mediante argucias a otros 150, a pesar de que esa área fue declarada en 1954 como de pequeña minería, en tanto se dejó otra zona, que sería raro que la empresa no monopolizara luego, para las explotaciones mayores. Al decir de un marmateño, se emplean “amenazas apocalípticas de desastre total, mientras la multinacional va comprando a precios ridículos las posesiones centenarias”, incluidas las edificaciones del casco urbano. Y para presionarlos también se quitó la autoridad minera del municipio, se suspendió la legalización de 150 nuevas minas en trámite y les entraban la consecución de la dinamita que requieren sus trabajos.
El vicepresidente de la Compañía Minera de Caldas le escribe al ministro de Minas, Hernán Martínez (dic.01.06), que el proyecto exige “integrar” 250 minas, que ello es “una responsabilidad del Ministerio a su cargo” y que requiere que “suspenda la titulación en la zona” y sea “flexible” con las “causales de suspensión” de las explotaciones actuales. ¿Será casual que se tramite en el Congreso una reforma al Código de Minas pro gran minería, que incluye la integración de las pequeñas explotaciones con las grandes y permite expropiar en apenas treinta días cualquier edificación que le estorbe a un negocio minero? ¿Es falso que el traslado del pueblo “cuenta con el respaldo del gobierno”? (www.valoro.net/article.php?sid=86).
Y por unos daños de costos incalculables la trasnacional pagará regalías de solo el uno por ciento, porque la ley las ordena de apenas el cuatro por ciento y porque al quedarse con los derechos de los pequeños mineros se ganó una exención del 70 por ciento.
2 comentarios:
Es muy lamentable que en Colombia y en pleno siglo 21 esten ocurriendo casos com el nuestro, ahora la poblacion Marmateña esta sufriendo de un destierro fruto de el capitalismo salvaje que solo ve dinero por todas partes, asi las poblaciones y la sociedad es atropeyada por el olor a dolares, de nada importa que nuestra cultura y tradiciones tengan un valor incalculable, eso al fin de cuentas no produce plata, de nada sirve que sus minas se encargaron de pagar la campaña libertadora de Simon Bolivar, porque aun no somos libres, nuestros antepasados fueron traidos a la fuerza y sembrados en este bello municpio para trabajar como esclavos y producir riquezas, ahora despues de varias generaciones son arrancado de nuevo de su tierra y obligados a buscar un nuevo lugar para poder seguir viviendo.
Mientras tanto seguiremos contando nuestra historia de mitos y leyendas, de espantos y brujas, esperando sumidos en la desesperanza de saber que dentro de muy poco las leyes permitiran que con la aprobacion de la reforma del codigo de minas, marmato ya no sea para los Marmateños, razon tenia la colonia de Marmateños residenttes en cali, cuando de forma apocaliptica escribio lo que ha sido nuestro pasado, nuestro presente y desgracadamente nuestro fututo. "tu oro es fuente de riqueza de los extraños y causa de miseria de los tuyos".
Ojala la clase dirigente Colombiana y en particular la Caldense evite que nuestro futuro, no como personas, sino como
sociedad sea protegido desde el congreso de la republica rechazando la reforma al codigo de minas que es la amenaza no solo de Marmato, sino de muchas poblaciones mineras de nuestro pais.
Me parece admirable el empeño y compromiso de su publicación en la defensa del patrimonio cultural, económico, social e histórico de Marmato: es una ventana por donde entran nuevos vientos y se airean problemas hace tanto tiempo soslayados por ya sabemos quiénes.
PD: Sólo quisiera sugerirles, respetuosamente, que incluyeran a Iván Cocherín en la lista de votación por los cultores de la palabra en Marmato.
Felicitaciones por su trabajo para dar a conocer las regiones que hacen grande nuestro país.
Gustavo Giraldo.
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