El día jueves 03 de diciembre de 2009 a las 3 Pm en las instalaciones del Cerro de Oro de Marmato se dio trámite al desarrollo de una mesa de trabajo por parte de delegados de la empresa Medoro Resources e integrantes de las fuerzas vivas del municipio. Por parte de la Compañía Medoro asistieron la Abogada Rosio Grisales del departamento legal, María Fernanda Suárez Sicóloga, El ingeniero Eduardo López y el economista Alberto Rodríguez quien en realidad hace parte de la intermediación con la comunidad. La temática a abordar giró en torno a la necesidad de darle trámite a una acciones inmediatas para reparar el grave daño que en cuestión de empleos dejó la Colombia Golfield cuando destruyó los molinos de beneficio y cerró las minas que compraron. La compañía insistió en la pretensión de reactivar el empleo en el municipio con la apertura de unas 10 minas las cuales serán entregadas a los mineros Marmateños que en la actualidad las están explotando en la modalidad de guacheo, siempre y cuando se respeten las cláusulas de un contrato las cuales todavía están en construcción. Aún no hay acuerdos en la duración del contrato ni en las condiciones laborales por lo que queda mucho camino por recorrer.
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5 de Diciembre de 2009
Agradecimientos a Ricardo Álvarez por actualizar el Blog con este detallado reportaje titulado: “Establecimiento de mesas de concertación con Medoro Resources” haciendo una reseña de las actuaciones de la nueva Compañía y sus primeros contactos con las llamadas “fuerzas vivas” de Marmato y mostrando las opiniones de algunos de sus representantes.
Una vez leído el reportaje, surgen varias inquietudes, que iré incluyendo en varios comentarios:
Los representantes de la Empresa plantean su preocupación por el desempleo y al respecto, según lo que dice el Reportaje: “La compañía insistió en la pretensión de reactivar el empleo en el municipio con la apertura de unas 10 minas las cuales serán entregadas a los mineros Marmateños que en la actualidad las están explotando en la modalidad de guacheo, siempre y cuando se respeten las cláusulas de un contrato las cuales todavía están en construcción”.
Muy interesante. Quiere esto decir que los mineros que obtendrán empleo en estas minas, ¿lo harán como obreros de la empresa? ¿mediante contratos a qué término? O si las minas van a ser “entregadas” a los antiguos titulares, es decir a quienes le vendieron sus titulos a la Goldfiel y éstos subcontratarán a los mineros?
Y aparecen más inquietudes: ¿qué tipo de trabajos se desarrollarán en estas minas ¿serán sólo de exploración o recolección de muestras? ¿o serán avances en el frente para extraer minerales, acumularlos y procesarlos? ¿Restaurarán los molinos?
¿Existe un censo actualizado de los mineros que están buscando el sustento en las minas que se supone fueron compradas por la Goldfiel? Si es así, a quienes les darán prioridad para seguir trabajando: ¿a los de Marmato y sus veredas o los mineros de otras regiones?. ¿Si fuese esto último como se resolvería el conflicto?
Ahora bien. Se concluye que la empresa Medoro es clara es manifestar que su objetivo es la “explotación a cielo abierto”. Es muy importante esta manifestación, pues pone las cosas en su punto. Si ello va a ser así y en tal virtud tienen todo organizado, con el respaldo del gobierno central, la comunidad marmateña debe exigir a la Administración Municipal que se manifieste al respecto. Si al final la decisión es “irreversible”, en un mediano o largo plazo, entonces la citada compañía Medoro u otra, debe correr con absolutamente todos los costos de la desaparición física de Marmato: estudios de ubicación, los de suelos en el lugar escogido, la adecuación de redes de acueductos, alcantarillados, disposición de aguas negras, las redes eléctricas, las vías de acceso, la pavimentación de calles, los planos y construcción de viviendas, los centros de asistencia médica, así como las edificaciones públicas y las educativas, etc.
Es que aquí es necesario clarificar esto, porque en el escenario nacional sucede todo lo contrario: en su afán de darle gabelas o garantías a la inversión extranjera, el gobierno nacional, mediante sutilezas normativas, utiliza los recursos públicos para ir haciendo las inversiones y acondicionando las cosas, de tal manera que a las grandes compañías les toca casi todo “pulpito”, con inversiones mínimas, exoneradas de muchos impuestos, mientras al sector público le toca el “hueso”, o sea la peor parte. Esa es la dinámica de la privatización en boga actualmente y que se aplica a todo, incluidas las inversiones mineras como es el caso que nos ocupa; para generar la llamada “confianza inversionista” de la que tanto hace alarde el “mesías paisa” que funge actualmente como jefe del Estado.
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